Hoy, a muchísimos kilómetros de distancia, me encontré con estas imágenes maravillosas que me trajeron recuerdos de mis últimos meses en Argentina:
Quería traerme algo precioso a estas tierras de Canadá y antes de partir, tome un curso individual con Roberto Docampo.
Roberto es un verdadero maestro, con esa humildad solo posible en los que saben mucho.
Roberto, si llegas a esta blog, te cuento que todavía no puse en funciones el motor para la lija de gomaespuma (deje la maquina en Buenos Aires porque todo aquí funciona a 110) . Las cabecitas a medio hacer se aplastaron un poco en el container, están descansando hasta recuperar su forma original.
Encontrarte en este pequeño video fue una sorpresa que no esperaba, como trasladarme por un momento de nuevo a tu casa, a tu taller, tomarme uno de tus mates y que me enseñes la adecuada tensión frente a la lija para que la fuerza centrífuga del disco que gira no me arranque la cabecita de gomaespuma de la mano y vaya a perderse entre las vías del tren Sarmiento.
Hasta cualquier momento!
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